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En la diabetes tipo 1, el páncreas no fabrica una hormona llamada insulina como la debería fabricar. El cuerpo necesita insulina para ayudar a la glucosa a entrar en las células a fin de obtener la energía que necesitan. Sin insulina, el azúcar en sangre de una persona sube demasiado y la persona se siente mal.

Si le diagnostican una diabetes tipo 1 a su hijo, el siguiente paso deberá ser iniciar el tratamiento. Tratar la diabetes significa mantener las concentraciones de azúcar en sangre dentro de unos márgenes saludables. El equipo médico que trata la diabetes de su hijo, lo tratará usando un plan de control de la diabetes personalizado, es decir, elaborado específicamente para él. 

Médicos e investigadores de todo el mundo están trabajando para poder encontrar una manera de curar la diabetes. Hasta que lo consigan, seguir un plan de tratamiento es fundamental para llevar una vida larga y saludable, a pesar de tener diabetes. 

¿Qué es un plan de control de la diabetes?

Un plan de control de la diabetes es un conjunto de instrucciones que deben seguir usted y su hijo. El objetivo del plan consiste en ayudar a mantener las concentraciones de azúcar en sangre de su hijo dentro de unos márgenes saludables. 

Un plan de control de la diabetes incluye cuatro partes: 

  • medir las concentraciones de azúcar en sangre 
  • medicarse con insulina
  • llevar una dieta saludable y equilibrada, contando los hidratos de carbono 
  • hacer ejercicio físico con regularidad

El equipo médico que atiende la diabetes de su hijo les enseñará, a usted y a su hijo, los pormenores del plan y cómo seguirlo al pie de la letra. Al principio, habrá mucho que aprender, pero no tardarán en convertirse en unos expertos. 

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Medir la concentración de azúcar en sangre

El tratamiento de la diabetes tipo 1 incluye medirse las concentraciones de azúcar en sangre varías veces al día. Hay dos maneras de hacerlo. 

  1. Con un medidor de glucosa en sangre, o glucómetro. La mayoría de los niños con diabetes tipo 1 necesitan medirse el azúcar en sangre antes de las comidas y antes de acostarse. Eso es cuatro veces al día y, a veces, más a menudo. El plan de control de la diabetes les indicará con qué frecuencia deben hacer las mediciones y qué hacer si el azúcar está demasiado alto o demasiado bajo. 
  2.  Con un monitor continuo de glucosa (MCG). Este dispositivo portátil (que se lleva puesto) mide el azúcar en sangre cada pocos minutos a lo largo del día y de la noche. Usa un sensor, que es un pequeño filamento que se coloca debajo de la piel en un lugar seguro. Los sensores pueden permanecer en su sitio durante aproximadamente una semana antes de que se tengan que cambiar por otros. Puesto que un medidor continuo de glucosa hace mediciones de glucosa muy a menudo, los puede ayudar, tanto a usted como al equipo médico que atiende a su hijo a desempeñar mejor la tarea de mantener el azúcar en sangre dentro de unos márgenes saludables. 

El equipo médico que lleva la diabetes de su hijo utilizará los niveles de azúcar para ajustar el plan de insulina de su hijo a medida que pase el tiempo.

El equipo también monitorizará el azúcar en sangre de su hijo a través de la prueba de la hemoglobina glicosilada (hemoglobina A1c o HbA1c). Los resultados de esta prueba muestran la frecuencia con que la glucosa de su hijo ha estado dentro y fuera de los márgenes saludables durante los 2–3 meses inmediatamente previos a la prueba. Esto ayuda al equipo médico a saber lo bien que está funcionando el plan de control de la diabetes de su hijo. 

Mantener la hemoglobina glicosilada en un nivel de 7% o menos mantiene la salud de las personas y reduce las posibilidades de tener problemas a causa de la diabetes.

Medicarse con insulina 

Todos los niños y todos los adolescentes con una diabetes tipo 1 necesitan medicarse con insulina, para que la glucosa de la sangre pueda entrar en sus células y estas puedan obtener la energía que necesitan. El equipo médico que lleva a su hijo elaborará un plan de medicación con insulina elaborado específicamente para su hijo. 

Los niños pueden medicarse con insulina: 

  • Con inyecciones. Los niños suelen necesitar dos o más inyecciones diarias de insulina. Las agujas que se usan para inyectar insulina son muy finas, o sea que el pinchazo no es doloroso. El equipo médico de su hijo le enseñará cómo ayudar a su hijo a afrontar las inyecciones. 
  • Con una bomba de insulina. La bomba inyecta insulina a través de un tubito que se coloca justo debajo de la piel. 

El equipo médico de su hijo les enseñará, a usted y a su hijo, a usar la bomba. 

Comer de manera saludable

Los niños con una diabetes tipo 1 necesitan encontrar el equilibrio adecuado entre los alimentos que comen, la insulina y el ejercicio físico que hacen para mantener su azúcar en sangre dentro de unos márgenes saludables. Ayuda mucho entender cómo los distintos tipos de alimentos afectan al azúcar en sangre de un niño con diabetes. El equipo médico que lleva la diabetes de su hijo les enseñará maneras de comer de forma saludable y cómo:

  • Contar los hidratos de carbono de las comidas y los tentempiés. Cuando usted sepa la cantidad de hidratos de carbono que ingiere su hijo, podrá saber cuánta insulina necesita. 

Hacer ejercicio físico con regularidad  

El ejercicio fortalece los músculos y los huesos de su hijo, lo ayuda a sentirse bien y controla sus concentraciones de azúcar en sangre. De hecho, el ejercicio físico hace que la insulina funcione mejor. Los niños con una diabetes tipo 1 pueden y deben hacer ejercicio. 

En resumen

Usted, un plan detallado y la ayuda de un equipo médico son los que pueden hacer realidad el control de la diabetes. Seguir al pie de la letra el plan de control de la diabetes de su hijo y mantenerse en contacto con el equipo médico es lo mejor que usted puede hacer para mantener sano a su hijo.

Revisor médico: Tal Grunwald, MD
Fecha de revisión: enero de 2022